Luego de mucho meditar, decidí continuar la historia de Ultreya, o mas bien reconstruirla, la prosa no es buena para contar este tipo de historias, estoy reestructurando la historia misma, la esencia es la original, pero habrán cambios.

Después de casi dos años de letargo este año de apocalipsis me inspiro para renovar los votos y gritar
Ultreya!!!


dkarraZ

Muchos podrían pensar que septiembre fue un mes flojo, y pues en muchos sentidos lo fue, mas no para este blog. Eh trabajado en una edición inédita del primer capitulo de Ultreya. llamado:
Maggoth.

Esta versión esta completamente editada, Con material inédito, corregidos algunos problemas de publicacion, presentado en formato de word y con mucha mejor narración.

Además ya he comenzado con el segundo capitulo que promete muchos mas misterios y sorpresas que su antecesor, y es pues como dicen:

"Comienza con un terremoto y sigue así..."

Aquí les dejo el link de descarga.

Ultreya. - Maggoth(capitulo 1)

Tumbado en el suelo,
con la batalla a unos metros
y otra batalla dentro de mi,
que no acepto lo que ocurre
ante mis ojos.

Recobro el sentido y la cordura
de a pocos, mareado aun,
me incorporo y sigo sin aceptarlo.

-Pensé que te habías desmayado - Profirió Darmatus

-De eso nada, es solo, que Él no puede estar aquí,
simplemente es imposible, es una leyenda,
Él nunca existió - exprese nervioso

- y sin embargo aquí esta, frente a nosotros,
luchando contra Samael - Dijo Darmatus, según note mas nervioso que yo.

- No hay duda...
Es Dante, el primero. - Exprese sacando lo ultimo de mi coraje.

A pesar de que nunca lo conocí,
pues sus leyendas eran antiguas
cuando yo aun era un crió,
de alguna manera
lo pude reconocer al instante.
No habían dudas, y al verlo
ahora puedo saber que todas
las leyendas que tenían sobre el
eran ciertas. De alguna forma
tiene una conexión muy fuerte
con Ultreya.

La batalla continuaba sin menor cambio:
Golpes que no llegaban a su destino,
rapidez asombrosa, y de arma
usaban la propia esencia como látigo.

Es increíble que puedan usar la
energía a ese nivel !

No solo el látigo, estaban
volando, de alguna manera
habían logrado transformar su entorno
en energía y esta energía los elevaba.
Ademas esta el hecho de que la velocidad
de sus movimientos y la fuerza de sus ataques
habia aumentado considerablemente.

Cuando observe mejor
pude notar que Dante no atacaba,
solo defendía su posición pues
Samael se lanzaba contra él
como una Cascada de energía Azul.

**** Esto se acabo ahora.
No pienso seguir tu juego mas. ****

Las palabras una vez mas venían de
algún lugar desconocido,
pero estoy seguro que todos las
escuchamos con claridad.

Dante se detuvo ante los
ojos atónitos de todos,
Samael aprovecho y se dispuso
a golpear a Dante con su látigo,
el látigo recorrió la sala
silbando por a velocidad,
mas cuando el látigo estuvo a punto
de tocar a Dante, se evaporo
totalmente, el látigo había desaparecido,
y Samael que se encontraba elevado en el aire
se precipito contra el suelo.

No estoy seguro de que fue lo que hizo
Dante pero según creo, corto
la conexión de Samael con Ultreya
y le quito la energía.

Samael con el brazo roto
y una mascara de dolor y odio en
el rostro, se retorcía desafíante...

Gritaba, pero a esta distancia era imposible
oírle claramente.
Dante visiblemente molesto,
se acercaba lentamente a Samael,
con un látigo Rojo en la mano.

**** ¡¡¡ Te atreves a atacarme. !!!
¡¡¡ Tú, pequeño miserable,
osas levantar tu frágil mano en mi contra. !!!! ****

Aquellas palabras me perturbaron
pues en las leyendas se referían a Dante
como alguien compasivo, tranquilo,
misterioso y místico.
¿¿Me encontraba acaso ante alguien mas??

**** Tu castigo sera pues
lo que le has hecho a esta tierra ****

Sin mas golpeo su látigo contra el suelo,
y atino un golpe en el rostro de Samael.
Gotas de sangre negra saltaron al aire
y una linea de sangre recorrió el rostro
de Samael, un corte
lateral en medio de su nariz y justo
bajo sus ojos.

Del lugar en donde el látigo golpeo el suelo
brotaron ramas hojas y flores, que se fueron expandiendo
por todo Maggoth, el ambiente fue cambiado y la luz de
la luna roja entro por todos lados.

**** Solo eh venido para advertirte,
y sin tregua me has atacado ****

Al parecer Dante no tenia intenciones de luchar,
pero porque entonces había venido,
que buscaba aquí, este es un refugio para
nosotros, los perseguidos.

**** Ahora me lo llevare y no
puedes hacer nada al respecto. ****

Entonces a eso había venido,
se llevaría a uno de nosotros.
Pero por que no se alzo antes
en contra de nuestros perseguidores,
porque pues no abandono a nuestra suerte.


**** Ignotuz, da un paso adelante ****





(...)





karraZ

Las luces disminuían mas no así mi
percepción del entorno,
es como si aquí en Maggoth,
Todo estuviera vivo, desde las rocas
de los cimientos, hasta la ultima cuchilla.
Puedo sentir la energía de todo, desplazándose,
moviendose y ¡¿ Hablándome ?!

Todo es tan fantástico que llegado
a un punto se tornaba terrorífico.
Este mundo es sin duda una de las peores
pesadillas del primero.

Mas aun, me encontraba siguiendo
a un ser extraño, que según dijo
me encontraría con alguien que
aguardaba por mi en una cámara dentro
de la fortaleza.

Me encontraba mas intrigado
a cada paso que daba,
¿quien seria? Yo no tengo familia alguna,
y dudo mucho que alguien me
espere, mas aun en este lugar.

-A que infierno me llevas, quien me espera...- Dije enfático.

-Ya te lo dije, no lo se, esta persona pregunto por ti exclusivamente,
debes de ser alguien importante, ya que el Maestre me encargo a mi
para que te guiara.- Profirió en tono serio.

- A todo esto, no se tu nombre, ¿no podrías
presentarte por lo menos? - Pregunte amablemente

El extraño se volvió hacia mi, y me miro sonriente,
me pareció muy extraño, al parecer notaba mi creciente
intriga, y mas que eso, notaba mi Ansiedad.

-Mi nombre es Raphael, pero me conocen como Darmatuz- Dijo entre carcajadas

Reí un poco con el, ya que su rostro al reír, se
transformaba en una mueca poco usual
y que al observar alrededor contrastaba y le
daba una gracia que no supe explicar.

-Bueno sigamos avanzando, ya no falta mucho- Dijo dandome nuevamente la espalda.

Ni bien hubo terminado de decir aquello dio dos pasos
hacia un agujero en la pared,
una cavidad que no debía de tener mas de dos metros
de alto por uno de ancho, que mas parecía
hecho por ratas gigantes que por humanos de Ultreya.

-De acuerdo, pero vayamos mas lento, quiero ver todo esto- Exclame observando nuestro alrededor...

El no respondió a mi petición,
al menos no verbalmente, pero
su andar se detuvo paulatinamente.

El termino de cruzar el umbral,
y yo tras el.

Darmatus se detuvo delante mio,
mientras yo abría la boca estupefacto.

Dos Corrientes, una Roja y otra Azul
se alzaban hacia la eternidad en un resplandor
casi cegador, yo me quede boquiabierto mientras
me percataba de donde provenian aquellas corrientes
de energía gigantesca:
no era mas que, de dos personas.

No pude reconocer al dueño de la energía roja,
pero el resplandor azul era sin duda de Samael.

El Gran Maestre estaba luchando, y dentro de
Maggoth...!!!

¿¿Pero quien era el otro extraño, quien era aquel que podía
sostener una batalla tan grandiosa con Samael??
¿¿Quien podía rivalizar con él en su propia ciudad???

Al salir de mi estupefacción me percate
que alrededor de aquel gran salón,
y alrededor de la batalla, pero a distancia prudencial
habían muchas Puertas similares a la
que se encontraba ahora tras mio, y fuera de ellas
muchas personas miraban perplejas.

Reaccione al verlas con ira, al no apoyar
a su líder en tan violenta Batalla,
tome furibundo mi manopla y el anillo
que había robado del comerciante
y me dispuse a entrar en batalla, cuando
una mano se interpuso en mi camino
y una voz me dijo:

-No seas tonto, no tienes esperanzas,
solo estorbaras, solo estorbaremos- exclamo Darmatuz con resignación

-Maldita sea! si no hacemos algo este extraño acabara con la ciudad!!! - Proferí Frustrado.

-¿¿Es que no te das cuenta de quien es el extraño?? - pregunto Darmatuz

Canalicé mis energías y lo observe detenidamente
a pesar de que ya era muy difícil hacerlo,
se movían a una velocidad increíble.

Mi corazón dio un salto como
nunca lo haría mas y comenzó a acelerarse
mucho mas rápido que nunca, mis piernas me fallaron
y por un momento mi respiración se detuvo...

Lo había reconocido, se quien es aquel extraño
y su presencia me hiela el corazon...




(. . .)




karraZ

Maggoth.

Hombres y mujeres, al menos en apariencia,
rondaban todos vestidos con gabardinas negras
y descalzos.

Cual mercado, en Maggoth
se comerciaban con objetos raros
y al parecer únicos.

Procure avanzar y mezclarme entre
la multitud, mas todos
de reojo me regalaban sus mas
desconfiadas miradas.

Al recorrer las tiendas, como quien busca
encontrar algo interesante,
me tope con un vendedor
efusivo en extremo,
el cual me ofreció un anillo de plata
con un grabado que no reconocí.

Al probármelo, este anillo dreno
parte de mi energía y al instante
en mi mano se comenzó a materializar
una especie de escudo etéreo
de color azulado

El comerciante al ver mi sorpresa
me explico que todos los objetos vendidos
aquí poseían algún tipo de grabado que
podía materializar la mas variada gama
de armas y escudos.

Al verme confundido aun, me explico
que a el también lo habían admitido recién en la
orden y que aprendió como usar las runas para
concentrar nuestro poder.

Asentí con la cabeza y seguí avanzando.

Al llegar a un punto, los mercaderes
se mantenían a raya de una puerta mucho mas grande que
la de la entrada, seguramente esta puerta
guardaba algo o alguien de mucha importancia.

Cuando empezaba a entender todo
lo que allí pasaba,
un estruendo como de un rayo
resonó por toda la cámara.

Todas las pequeñas tiendas montadas
cuidadosamente desaparecieron
y las gentes se formaron cual ejercito
rigurosamente entrenado,
yo a su vez me forme.

De un momento a otro una voz
comenzó a proferir palabras en un
idioma que no conocía,
pero que al mismo tiempo
entendía perfectamente.

***La lucha comenzara pronto,
nuestros perseguidores padecerán
ante el Poder de la orden***

Aquellas palabras retumbaron en las paredes
y no pude saber a ciencia cierta
de donde provenían.

Me encontraba intrigado,
eh viajado mucho tiempo
por los confines más recónditos de Ultreya
pero nunca había visto nada parecido,
todo esto era misterioso, perturbador
y mas aun:
Tentador.

Luego todo quedo en silencio
me sentí temeroso, por un momento
me vi desnudo frente a la luna roja.

Cuando de pronto los cientos de personas
formadas desaparecieron como arena al viento
y la tenue luz azul que nos alumbraba desapareció
junto con las gentes.
Entonces una voz me susurro al oído,
una voz que me estremeció
de sobremanera:

-nuevo eh... Entras en mi casa sin invitación
alguna y no tienes la amabilidad
de presentarte ante mi- dijo la voz misteriosa

Por un minuto me quede en silencio, el
panico se adueñaba de mi, me encontraba
paralizado por el terror que me infundía
aquella voz, mas apelando a mis cojones
(reducidos en aquella situación)
proferí con voz fuerte pero cautelosa:

-Voz misteriosa comprenderme debes, pues perseguido me encontré,
y a tu casa me aventure buscando refugio.
No guardes rencor hacia mi, y muestrame tu rostro-

Entonces me halle en un vació eterno,
mas oscuro que la peor de mis pesadillas,
cuando de un momento a otro apareció
un hombre frente a mi,
sorprendido di un paso atrás y
otra vez atemorizado me sentí.

-Soy Samael, Gran Maestre de Maggoth,
bienvenido seas viajero a mi Ciudad.-

Al ver que no era una voz ofensiva me
tranquilicé, pero seguí alerta y pude observar
con mas detalle al extraño ser.

Era muy alto, Piel canela y
rasgos de batalla inconfundibles,
contextura atletica, como todos.
Llevaba una Gabardina Azul profundo
y descalzo como los demás.

-Ya habrá tiempo para las ceremonias,
otro te guiara en este camino,
Ahora debo partir, pues mi presencia
es requerida en otros lares.- profirió con semblante serio.

Dicho esto desapareció
y todo volvió a la "normalidad"
los comerciantes seguían ofreciendo
sus artículos, otros miraban,
y otros me miraban.

Cuando una mano se poso en mi hombro.

-Veo que ya conociste al maestro,
yo también puse aquella expresión
la primera vez- Dijo amigablemente

-¿Quien eres?, ¿que ha pasado? ¿Como lo sabes?- articule
volteando rápidamente

-Ya habrá tiempo para disipar tus dudas,
ahora sigueme, alguien te espera- anuncio

(...)

karraZ

Al atardecer, me adentre en un bosque
para así conseguir escapar de mis perseguidores.
Por alguna razón los caballos de los purificadores
no dieron paso dentro de aquel misterioso bosque.

Aproveche la ventaja y seguí adelante...
cuando me fui alejando pude percibir una
energía muy fuerte, solo comparable
con la de Dante aquella noche.

Me fui acercando poco a poco,
el aire se hacia denso y a medida que avanzaba
los arboles abandonaban su color verde
para cambiarlo por un gris oscuro,
ademas sus hojas ocultaban la luz del sol,
de tal manera que reinaba una
penumbra casi eterna.

No tenia nada que temer,
quizás fuera alguna concentración de Ultreya,
ya había visto algunas antes, pero ninguna como esta.
Mas todas son diferentes, como los sentimientos de las
gentes.

Me fui acercando, ya que fuera lo que fuera
yo también herede algunos de los poderes
de Ultreya, y podía bien defenderme.
Apesar de que la lucha con los purificadores
me había agotado en sobremanera, ya
había tenido algún tiempo para reestablecer
mis energías.

Me voy acercando cuidadosamente,
ya que mis sentidos dudaban y mi alma
rechazaba aquel camino.
A medida que avanzaba
pude notar que el suelo también se iba secando
y de el salia un olor putrefacto. . .

Hasta que al fin llegue a un claro
de donde venia aquella gigantesca
energía y pude vislumbrar entre
la niebla del lugar una pequeña entrada
a forma de sepulcro familiar.

Unas escaleras servían de entrada,
era una decisión fácil, podía entrar
en la tenebrosa catacumba, ó en cambio
pasar frió y hambre tratando de cruzar el bosque.

Paso a paso la energía, ahora claramente oscura,
se fue intensificando, y de alguna manera mi energía también...
Gire dos veces siguiendo el único camino que existía,
hasta que me tope de sorpresa con una puerta de madera negra
tan grande que parecía de un castillo.

Sobre la puerta una inscripción en
Tolomeo rezaba:

"Muestranos tu fuerza, entreganos tu alma,
podrás pasar, obtendrás poder"

Hace años no leía nada en Tolomeo
según dicen algunos la lengua nativa del Primero.

-Os lo digo, mi poder blanco es, no aspiro a mas poder,
mas busco refugio, y si probar mi poder es lo que
deseais, concederé vuestro deseo complacido.-

Saque de mi abrigo la manopla especial
que poseía y concentre por un momento el poder
en mi puño.

Luego con toda mi alma eufórica
golpee aquella puerta.
La tierra tembló, de las paredes
se sacudieron y en el piso quedaron mis huellas,
Mas la puerta no cambio en lo absoluto...
Y de alguna manera, la puerta dreno todo el
poder de mi golpe.
Quizás se activase al contacto con energía.

Agotado y sorprendido, quede mirando mi
manopla, pues se había rajado con el golpe.

De pronto y lentamente, la puerta cambio de
forma a una puerta mas pequeña y se abrió. . .

Mis ojos no dieron crédito a lo que se
mostraba ante ellos. . .







karraZ

Abelardo a secas.
Abelardo a menudo recordado.
Sufrido Abelardo.
Abelardo, joven
aun después de muerto

Cuentan las ancianas de Stravon
que Abelardo al igual que Dante
nació de familia humilde.

Que fue desde la juventud
sirviente en el Castillo de Sif
dueño de un tal Barón Sebastian Pontimaz.

El Castillo en cuestión se haya en una gran colina,
rodeado por inmensas tierras mas que fertiles.
Las puertas del castillo ostentan grandes cadenas
en señal de refugio para gentes acusadas de crímenes.

Allí Abelardo se desempeñaba
como Criador de caballos,
y de limpieza si hicieran falta brazos,
del castillo.

Es en esas condiciones que conoce
a la hija de su señor, Dama muy hermosa
aficionada a los caballos y, debo decir,
dueña de una gran elocuencia.

Danniela Pontimaz era su nombre.
Princesa de Sif y heredera del
Castillo de los vientos, como le decían.

Princesa como era, y hermosa heredera
como fue, no le faltaban pues muchos
y buenos pretendientes.

Y el Barón presto se encargo de buscarle
uno digno de su tan hermosa hija.

Mas el destino a menudo cruel
y despiadado, había entregado
el corazón de Danniela al criador
de caballos.

Mientras el Barón no dejaba de
buscar un buen marido para su hija,
la princesa no hacia mas que suspirar
y llorar al ver que su corazón, traicionando
a su padre y a su posición se había enamorado
del pobre Abelardo.

Y así pues su padre encontró en el
hijo del señor feudal vecino un buen partido,
Martín Pendran era su nombre.

Oh cuan desatinado destino
te guardo esta desgracia Abelardo!

Oh pobre de ti, y pobre de tu amor!
Mas pobre la princesa atrapada en la torre
mas alta del castillo, al su padre enterarse
del amor de su hija hacia un villano.

El Barón maldijo y mil veces profirió
toda clase de improperios cuando su Princesa
le confeso que su corazón tenia dueño desde hacia tiempo
y que el dueño era un simple villano.

La mando pues a encerrar en la torre
con orden de que no entre ni salga nadie
hasta el día de la boda.

Mas en las noches se podía
ver como una potente luz verde
salia de la torre y se posaba en la villa,
cual faro en el mar.

Pasaron días, semanas, meses, y no se
había vuelto a ver a la princesa, ni al
criado, que con excusa de mala salud
fugo del castillo.

El día de la boda estaba ya todo preparado:
invitados, cortejo, orquesta, obispo, cena y novio
se esperaba a la princesa bajase de la torre para
desposar a aquel desafortunado.

En vez de eso en la puerta sonaban fuertes golpes,
una vez abierta Abelardo entro,
entre sollozos explico que venia a pedir asilo
pues había asesinado a su amante
por petición de ella misma
ya que al ver su suerte hechada
prefirió morir antes que dejarse caer
en brazos ajenos.

El Barón al oír todo esto
enfureció de sobre manera, pero
no podía matarle, pues su castillo era
refugio.

Entonces le dijo que se marchase lejos
y que nunca regresara.
Tal fue su expresión que Abelardo
acepto irse, se dio media vuelta
y dijo:

- Mas debe saber Barón, que
de haber usted aceptado mi amor
con la princesa, nada de esto hubiese ocurrido-

ni bien hubo terminado de hablar
el Barón le clavo una daga desde la espalda,
daga que, si se puede decir, le destrozo el corazón.

Entonces Abelardo cayó al suelo
y cual misteriosa magia se hundió en el suelo verde
tornándolo negro.
Mas no quedo allí, el Color negro
se expandió hasta rodear completamente el castillo.

Además se dice que Desde la torre descendía un musgo
verde, que se unía con el negro de la tierra.

Hubo pues que el Barón al quedarse sin hija
y sin castillo, se quito la vida entre las gentes que
salían despavoridas al ver aquel fantástico espectáculo.

Aun hoy el castillo sigue deshabitado,
siempre por temor de los caballos
negros que Dalamar sabe de donde salen,
y por la dama que lo custodia.

La desgraciada Princesa del Viento.






karraZ

Ultreya

Ultreya es un mundo magico...
un mundo que va mas alla del entendimiento clasico de la magia....donde la magia y los sentimientos cobran forma...
los invito a que descubran conmigo Ultreya.