Abelardo a secas.
Abelardo a menudo recordado.
Sufrido Abelardo.
Abelardo, joven
aun después de muerto

Cuentan las ancianas de Stravon
que Abelardo al igual que Dante
nació de familia humilde.

Que fue desde la juventud
sirviente en el Castillo de Sif
dueño de un tal Barón Sebastian Pontimaz.

El Castillo en cuestión se haya en una gran colina,
rodeado por inmensas tierras mas que fertiles.
Las puertas del castillo ostentan grandes cadenas
en señal de refugio para gentes acusadas de crímenes.

Allí Abelardo se desempeñaba
como Criador de caballos,
y de limpieza si hicieran falta brazos,
del castillo.

Es en esas condiciones que conoce
a la hija de su señor, Dama muy hermosa
aficionada a los caballos y, debo decir,
dueña de una gran elocuencia.

Danniela Pontimaz era su nombre.
Princesa de Sif y heredera del
Castillo de los vientos, como le decían.

Princesa como era, y hermosa heredera
como fue, no le faltaban pues muchos
y buenos pretendientes.

Y el Barón presto se encargo de buscarle
uno digno de su tan hermosa hija.

Mas el destino a menudo cruel
y despiadado, había entregado
el corazón de Danniela al criador
de caballos.

Mientras el Barón no dejaba de
buscar un buen marido para su hija,
la princesa no hacia mas que suspirar
y llorar al ver que su corazón, traicionando
a su padre y a su posición se había enamorado
del pobre Abelardo.

Y así pues su padre encontró en el
hijo del señor feudal vecino un buen partido,
Martín Pendran era su nombre.

Oh cuan desatinado destino
te guardo esta desgracia Abelardo!

Oh pobre de ti, y pobre de tu amor!
Mas pobre la princesa atrapada en la torre
mas alta del castillo, al su padre enterarse
del amor de su hija hacia un villano.

El Barón maldijo y mil veces profirió
toda clase de improperios cuando su Princesa
le confeso que su corazón tenia dueño desde hacia tiempo
y que el dueño era un simple villano.

La mando pues a encerrar en la torre
con orden de que no entre ni salga nadie
hasta el día de la boda.

Mas en las noches se podía
ver como una potente luz verde
salia de la torre y se posaba en la villa,
cual faro en el mar.

Pasaron días, semanas, meses, y no se
había vuelto a ver a la princesa, ni al
criado, que con excusa de mala salud
fugo del castillo.

El día de la boda estaba ya todo preparado:
invitados, cortejo, orquesta, obispo, cena y novio
se esperaba a la princesa bajase de la torre para
desposar a aquel desafortunado.

En vez de eso en la puerta sonaban fuertes golpes,
una vez abierta Abelardo entro,
entre sollozos explico que venia a pedir asilo
pues había asesinado a su amante
por petición de ella misma
ya que al ver su suerte hechada
prefirió morir antes que dejarse caer
en brazos ajenos.

El Barón al oír todo esto
enfureció de sobre manera, pero
no podía matarle, pues su castillo era
refugio.

Entonces le dijo que se marchase lejos
y que nunca regresara.
Tal fue su expresión que Abelardo
acepto irse, se dio media vuelta
y dijo:

- Mas debe saber Barón, que
de haber usted aceptado mi amor
con la princesa, nada de esto hubiese ocurrido-

ni bien hubo terminado de hablar
el Barón le clavo una daga desde la espalda,
daga que, si se puede decir, le destrozo el corazón.

Entonces Abelardo cayó al suelo
y cual misteriosa magia se hundió en el suelo verde
tornándolo negro.
Mas no quedo allí, el Color negro
se expandió hasta rodear completamente el castillo.

Además se dice que Desde la torre descendía un musgo
verde, que se unía con el negro de la tierra.

Hubo pues que el Barón al quedarse sin hija
y sin castillo, se quito la vida entre las gentes que
salían despavoridas al ver aquel fantástico espectáculo.

Aun hoy el castillo sigue deshabitado,
siempre por temor de los caballos
negros que Dalamar sabe de donde salen,
y por la dama que lo custodia.

La desgraciada Princesa del Viento.






karraZ

Ultreya

Ultreya es un mundo magico...
un mundo que va mas alla del entendimiento clasico de la magia....donde la magia y los sentimientos cobran forma...
los invito a que descubran conmigo Ultreya.